Cooking time: 3 hours
El pastel de patata es una comida que llega al corazón y te llena, sobre todo durante el otoño y la primavera. Es un plato que te llega directamente al alma. Cuando estás disfrutando de un plato como este, lo más probable es que ni pienses en el maridaje con vinos; quizás simplemente prefieras disfrutar de la comida. Por lo tanto, lo mejor será escoger un vino que te llene el paladar.
1) Coloca los pollos limpios, las chuletillas de cerdo y el sazonamiento en una cazuela grande con agua fría. Hervir durante una hora y media o dos horas hasta que la carne se separe de los huesos.
2) Quita la carne y córtala en trozos pequeños. Colócalos en un bol grande. Vuelve a meter los huesos en la cazuela y sigue cocinándolos.
3) Pelar las patatas, remojarlas en agua fría para mantener su color. Ralla unas 10 patatas y coloca la ralladura en una gasa de quesero hasta que las patatas queden bien secas. Repite el proceso con el resto de las patatas. Calcula cuánto agua han soltado las patatas ya que necesitarás añadir esa cantidad de caldo después.
4) Cortar la cebolla y caramelízalo en una sartén.
5) Pon las patatas secas en un bol grande y añade el pollo caliente poco a poco (la misma cantidad que el agua que hemos quitado antes). Hervir lentamente para escaldar las patatas hasta que tengan una textura gelatinosa sin que queden grumos.
6) Cubre la superficie de una sartén grande (20x12x3.5) con la mitad de las patatas. Pon una capa de mezcla de pollo y cerdo encima de las patatas. Después pon una capa de cebolla encima del pollo y el cerdo. Cubre todo con el resto de las patatas y pon las tiras de bacon encima.
7) Cocina en el horno precalentado a una temperatura de 170ºC durante 3 o 4 horas (o hasta que se dore).
Este vino, de exquista complejidad, es capaz de triunfar en múltiples terrenos, aportando su toque personal a una gran variedad de platos- ahumados, quesos curados, carnes blancas, pescado azul, platos especiados.
Como compañero de determinadas verduras como espárragos y alcachofas, nos brinda instantes sublimes.
Sírvalo entre 12° y 14° C en una copa de vino blanco.
Su sabor seco e intenso se adapta a maridajes difíciles y arriesgados.
Su estructura permite conservar las botellas abiertas durante meses.