Vinos Dulces Naturales
El Moscatel es un tipo de jerez monovarietal en el que predominan las notas afrutadas típicas de este tipo de uva, una de las de mayor personalidad aromática. Las viñas de moscatel se sitúan cerca de la playa, en terrenos arenosos, con una gran influencia del mar.
Vino de color castaño a caoba intenso, con aspecto denso y lágrima amplia. En nariz destacan las notas varietales características de la uva moscatel, pudiéndose apreciar también aromas florales de jazmín, azahar y madreselva, así como notas cítricas como de lima o pomelo, junto con otras dulzonas.
Su paladar presenta un dulzor fresco, destacando los sabores varietales y florales, con un final ligeramente secante y amargo.
Cuando la uva moscatel se somete al tradicional proceso de “asoleo” se produce una gran concentración de los azúcares y aparecen notas típicas de pasificación. El vino resultante se suele etiquetar como “Moscatel de Pasas”.
El vino Moscatel se obtiene a partir de la uva del mismo nombre, bien en fresco o sometida al proceso tradicional del "asoleo", hasta lograr una intensa pasificación del fruto. En este caso, tras el prensado se obtienen unos mostos que presentan una extraordinaria concentración de azúcares y un cierto nivel de coloración. Ya se trate de mostos de uva fresca o asoleada, la fermentación de los mismos es detenida mediante la adición de alcohol vínico.
Su crianza, exclusivamente de carácter oxidativo, propicia una progresiva concentración aromática y una complejidad creciente, si bien procurando siempre no perder la frescura y el carácter frutal típico de la variedad.
Es el vino ideal para combinar con la repostería, con postres no excesivamente dulces, a base de fruta y con helados.
Sírvalo entre 12 y 14º C en una copa de vino blanco.
Combina muy bien con la fruta y los helados.
Su estructura permite conservar las botellas abiertas durante meses.