En una jarra grande mezclamos los 30 ml de amontillado junto los 100 ml de Soda. Esta proporción se puede ir variando en función de si nos gusta el sabor más fuerte o menos. Una vez que tenemos los ingredientes principales podemos añadir el resto. Finalmente añadimos el hielo. Muchas veces, es preferible, poner el hielo al principio en la jarra antes de hacer la mezcla, pero esto va al gusto.
Este vino, de exquista complejidad, es capaz de triunfar en múltiples terrenos, aportando su toque personal a una gran variedad de platos- ahumados, quesos curados, carnes blancas, pescado azul, platos especiados.
Como compañero de determinadas verduras como espárragos y alcachofas, nos brinda instantes sublimes.
Sírvalo entre 12° y 14° C en una copa de vino blanco.
Su sabor seco e intenso se adapta a maridajes difíciles y arriesgados.
Su estructura permite conservar las botellas abiertas durante meses.