Cooking time: 30 min
Maridar este plato es un reto, una Manzanilla pasada se convertirá en el mejor aliado, potenciará en paladar el picante y su sequedad, compensará la grasa del queso. Una receta muy sencilla pero que dejará a tus invitados con ganas de más.
Paso 1. Precalienta el horno a 375ºC y después ablanda el queso crema para que se mezcle bien con el resto de elementos.
Paso 2. Puedes utilizar jalapeños frescos o encurtidos si están enteros. Comienza cortándolos por la mitad y a lo largo. Ráspale las semillas y venas del interior del jalapeño.
Paso 3. Añádelo todo y mézclalo con una lengua para que el queso cremoso esté bien unido.
Paso 4. Utiliza las especias que más te gusten. La combinación del queso y bacon no resultará demasiado grasa en paladar gracias al Vino de Jerez. Al tratarse de uno de los más secos lo compensarás y potenciarás el picante de los jalapeños.
Paso 5. La Manzanilla que elijas armonizará con el fondo almendrado. Pruébala antes, sirve una copa fría y disfruta de la paz que provocan en tu interior.
Paso 6. Rellena las mitades con la mezcla de quesos. Puedes ayudarte de una cuchara o la misma lengua del queso crema. Envuelve cada jalapeño en una rebanada de bacon. Ciérralos con un palillo.
Paso 7. Colócalos en la bandeja del horno y déjalos durante un tiempo de entre 15 y 20 minutos o hasta que los veas dorados. Sácalos y espera a que estén levemente tibios antes de consumir. El tiempo para acabar la primera copa de Manzanilla de la noche.
Paso 8. Siéntate a disfrutar de un conjunto fresco y explosivo en sabor.
La Manzanilla es, sin duda, la reina del mar.
Es ideal como aperitivo y acompañamiento a todo tipo de tapas, especialmente para todo tipo de sabores que provengan del mar, como mariscos y pescados.
También combina armoniosamente con los alimentos que tengan ciertos toques salinos (embutidos, salazones), así como con platos que contengan vinagre (ensaladas, adobos, marinados, sopas frías, etc).
Utilice una cubitera con hielo y agua para servirla entre 6 y 8º C.
Perfecto para pescados, mariscos y todo tipo de frutos del mar.
En un catavinos tradicional, si es amplio, o bien una copa de vino blanco.