Gastronomia / maridajes y recetas / Amontillado
Cooking time: 1 hour
El Amontillado puede ser posiblemente la tipología de vino de Jerez que mejor maride con el cordero,porque potencia y a la vez armoniza a la perfección con el inconfundible sabor de esta carne. Su sabor seco e intenso hace que el amontillado se adapte a maridaje difíciles como el tajine, plato tradicional en la cocina de los países del norte de África especialmente Marruecos, Túnez y Argelia.
El tajín o tajine es un recipiente de barro cocido barnizado que tiene tapa con forma cónica hecha del mismo material. Esta cubierta contribuye a mantener el calor y el vapor de los alimentos cocinados, acelerando la cocción y ayudando a mantener los aromas. Este estofado de carne se puede cocinar en cualquier otro tipo de recipiente, aunque lo recomendable es emplear al menos una cazuela de barro.
En una sarten con dos cucharadas soperas de aceite de oliva, rehoga las cebollas cortadas en juliana hasta que empiecen a quedar pochas y transparentes, una vez que hayamos conseguido que este sofrito adquiera ese aspecto, añadimos los dientes de ajo muy finitos picados, una pizca de pimienta y una cucharadita de jengibre y comenzamos a mover en circulo a fuego lento.
Este sofrito lo vertemos en el tajin o recipiente de barro y añadimos los trozos de cordero con dos ramitas de canela.Una vez que la carne se haya dorado añade los tomates, pelados y troceados en pequeños dados. Corrige la cocción con agua (unos 400 mililitros). Añade las aceitunas. Si vas a utilizar otros ingredientes como limón confitado, ciruelas, pasas y almendras este es el momento de añadirlos.
Tapar y remover de vez en cuando, manteniendo la cocción a fuego medio hasta que el cordero esté bien hecho.
Este vino, de exquista complejidad, es capaz de triunfar en múltiples terrenos, aportando su toque personal a una gran variedad de platos- ahumados, quesos curados, carnes blancas, pescado azul, platos especiados.
Como compañero de determinadas verduras como espárragos y alcachofas, nos brinda instantes sublimes.
Sírvalo entre 12° y 14° C en una copa de vino blanco.
Su sabor seco e intenso se adapta a maridajes difíciles y arriesgados.
Su estructura permite conservar las botellas abiertas durante meses.