Sin triunfalismo, pero con la satisfacción de haber retomado el buen camino, desde el Consejo Regulador del jerez y el comité asesor de Vinoble hicieron ayer un primer balance de la décima edición del Salón de los Vinos Nobles, del que se desprende las ganas de seguir avanzando en próximas ediciones hacia la excelencia.
Vinoble tiene como principales activos la marca, el Alcázar y el vino de Jerez, también la fidelidad de algunos expositores, pero más allá de la recuperación de la confianza de los profesionales, hay muchos aspectos que mejorar de cara a próximas ediciones.
El presidente del Consejo del jerez y la manzanilla, Beltrán Domecq, daba cuenta ayer de la ostensible mejora respecto a las dos últimas ediciones, en las que se tocó fondo, y así se lo han transmitido en estos días los bodegueros del Marco presentes en el Salón. Pese al "buen reinicio", el responsable de la institución jerezana del vino considera que "hay muchas cosas que mejorar", sobre todo en la planificación, en la que invita al Ayuntamiento a comenzar a trabajar hoy mismo, "sin dejar pasar un solo día" para garantizar "más presencia internacional de bodegas, consejos reguladores y profesionales".
En Vinoble siguen estando las principales denominaciones de origen de los vinos generosos, licorosos y dulces especiales, pero más allá de la presencia de vinos que expresan el territorio aunque no estén amparados, en línea con la actual corriente de los blancos tranquilos del Marco, en los últimos años se han sustituido bodegas, productores y consejos reguladores, sobre todo foráneos, por importadores en España que, en algunos casos, además de estas tipologías de vinos traen también tintos de mesa, rosados...
El stand del Consejo Regulador, que ocupa un amplio salón en la primera planta del Palacio de Villavicencio, ha tenido una actividad frenética en estos días gracias al esfuerzo de los responsables de la institución, que se han volcado tanto en las actividades desarrolladas en su espacio expositivo, en las catas de vinos de la Mezquita y el Arenal, y en los maridajes o armonías del stand de la Consejería de Agricultura.
César Saldaña, Carmen Aumesquet, José Ferrer y el propio Beltrán Domecq, junto al resto del equipo del Consejo, parecían tener el don de la omnipresencia para atender los múltiples compromisos adquiridos por la institución tanto en el convenio de colaboración suscrito con el Ayuntamiento como por su condición de miembro del comité asesor.
El presidente del jerez también tuvo palabras de elogio para la labor que están desarrollando bodegas tradicionales y jóvenes enólogos a favor de la importancia de la tierra y de los pagos históricos, que se plasma en la actual tendencia alcista de precios y que confía en que se extienda a la totalidad de los vinos amparados por la Denominación de Origen y a la viña, de la que es un gran defensor. No en vano, a juicio del presidente del jerez, el 50% del vino lo da la tierra.
Juancho Asenjo, periodista, crítico de vinos y miembro del comité asesor, piensa titular su crónica de Vinoble para 'Elmundovino' con un mensaje de esperanza, toda vez que cree que con la décima edición, más profesional que las anteriores, se abre una nueva etapa para los vinos generosos, aunque coincide en señalar que hace falta incidir en su carácter internacional.
"Creo que se está en el buen camino para volver a crecer y satisface comprobar que vuelven los profesionales, incluso en la jornada de cierre -la de ayer-, tras haberse tocado suelo en ediciones anteriores".
El experto se felicita del impacto económico que Vinoble tiene para la ciudad, con los hoteles y restaurantes llenos, pero considera no obstante que hay mucho margen de mejora de cara a próximas ediciones.
Según Asenjo, "el Marco de Jerez es único, también los vinos andaluces, y no son competencias unos de otros, porque hay una historia común, pero también por separado", algo a lo que entiende que hay que sacar punta, como de hecho se ha comenzado a hacer con el acuerdo de las cuatro principales denominaciones andaluzas y la Junta presentado en Vinoble para la celebración en los años alternos del Congreso Científico de los Vinos Tradicionales de Andalucía.
