La pizza, elaborada de manera artesanal, es un plato delicioso y adaptado a todos los gustos. Desde una Margarita –la pizza napolitana original– hasta una versión mucho más picante, pasando por una combinación dulce, su consumo es toda una gozada. Y, como todo plato, hay un vino de Jerez –o varios– para combinar con él.
Esta delicia italiana es una de las comidas más versátiles que existen en todo el mundo, por la cantidad de sabores que puede contener: dulce, salado, amargo, picante… Aquí hacemos un recorrido por estos matices y las posibilidades de maridaje con Vino de Jerez.
Fino/Manzanilla: de tomate fresco y gambas al ajillo
Esta pizza combina los sabores ácidos del tomate, el salino de las gambas sumado al ligero picante del ajillo, hacen un perfecto maridaje con vino Fino o Manzanilla de Sanlúcar. Este puzzle gastronómico se compone gracias al bajo contenido de ácido acético de este vino seco y punzante, que tolera este componente en sus acompañantes culinarios.
Amontillado: ‘Cuatro Quesos’
El Amontillado y el queso es el matrimonio gastronómico ideal. Los sabores lácteos intensos son recibidos a la perfección por este vino, que no deja de ser seco y punzante como el Fino, pero que prolonga los sabores en boca más tiempo que su predecesor en la crianza biológica. Maridan a la perfección con él los quesos italianos mozzarella, gorgonzola, parmesano y ricotta, deliciosos para una pizza.
Oloroso: de champiñones, cecina y cebolla roja
El sabor intenso de la cecina es uno de los más característicos de la carne curada en todo el país. Puede estar ahumada o secada al sol y su sabor es ciertamente penetrante, por lo que se presta a un maridaje con el vino generoso con mayor estructura del jerez: el Oloroso. Este, contiene glicerina, que le aporta el leve dulzor y la untuosidad suficientes para hacer que los sabores más potentes sean más receptibles en boca.
Cream/Medium/Pale Cream: de pepperoni y jalapeños
Los sabores dulces de los vinos generosos de licor también tienen su pizza predilecta: las picantes. Esto se debe al equilibrio de los sabores fuertes del pepperoni y los jalapeños que consigue el azúcar que contienen estos vinos de Jerez. Esta armonía permite a los paladares menos acostumbrados a la potencia de los sabores fuertes poder consumirlos y disfrutarlos plenamente. Sin embargo, si se prefiere potenciar los sabores más punzantes, acompañarlo de un Oloroso o un Amontillado prolongará las sensaciones en boca.
Pedro Ximénez: Margarita dulce.
A la vista puede parecer una pizza salada de tomate y láminas de queso, pero nada más lejos de la realidad: son fresas laminadas, chocolate blanco y queso marcarpone. Una pizza que, junto a los vinos más dulces del jerez, forman el maridaje más goloso.
Son algunas de las posibilidades que nos ofrecen los vinos de Jerez, versátiles como ningún vino en el mundo y la pizza, uno de los platos más internacionales de la cocina italiana.