Reyes Gómez Rubio

¿Cuánto tiempo llevas trabajando con/para el vino de Jerez y concretamente en esta bodega?

Llevo trabajando en esta bodega en total 13 años. Hice las prácticas profesionales aquí y terminé quedándome. Empecé como auxiliar de laboratorio y poco a poco fui ascendiendo hasta donde me encuentro actualmente, en la dirección técnica. Trabajaba por la mañana en Sánchez Romate, comía en la bodega y estudiaba por la tarde en Puerto Real. No fue fácil pero me terminé acostumbrado. Además, tuve la oportunidad de consultar por la tarde en la universidad las dudas que me surgían en la bodega por la mañana. ¡Un lujazo!

¿Qué te impulsó a convertirte en un hacedor de vinos de Jerez?

Todo empezó cuando empecé a estudiar Ingeniería Química, que como sabes, es una carrera con salidas muy dispares por lo que podría haber terminado en cualquier otra rama. Sin embargo, al tener la influencia de la vida en la bodega decidí centrar mi carrera profesional en los vinos, y más concretamente, en Sánchez Romate.

¿De qué vino estás más orgulloso y por qué?

Uno de los vinos de los que estoy más orgullosa es la gama que diseñé yo misma: “Unusual Sherries”. Poseen características especiales que los hace diferentes y son originales en el diseño. También le tengo especial cariño porque por ese periodo estaba embarazada. De hecho, y en relación a esto, cabe decir que soy parte del consejo de cata del Consejo Regulador y durante este periodo de embarazo tuve que dar mi baja para reincorporarme más tarde una vez di a luz.

¿Cuál es tu favorito y por qué?

Amontillado en general, y Amontillado NPU en particular. Éste, es sin dudas es un señor vino. Otro muy buen vino es el Fino Perdido. Un fino muy poco filtrado que posee el color de la bota.

¿De qué vino estás más orgulloso y por qué?

Amontillado en general, y Amontillado NPU en particular. Éste, es sin dudas es un señor vino. Otro muy buen vino es el Fino Perdido. Un fino muy poco filtrado que posee el color de la bota.

¿Cuál es tu favorito y por qué?

Tengo una gran afición al queso. Personalmente, recomiendo Amontillado NPU con un queso de la zona, como por ejemplo, el queso Payoyo. ¡Juntos hacen una combinación fabulosa!

¿Cuál es tu maridaje perfecto con el Jerez?

La forma de elaboración y la zona. De hecho, tengo muchos colegas del sector que me han confesado que me envidian por tener la oportunidad de trabajar donde lo hago. Los procesos en bodega son únicos y la cantidad de tipos de vinos diferentes que podemos sacar de una misma base es algo inédito. En general, los Vinos de Jerez son vinos muy delicados y hay que cuidarlos mucho. Otra gran particularidad es la variedad de características de un mismo tipo de vino dependiendo de la bodega que lo produzca. Hay una riqueza de matices extraordinaria en esta zona. Por último, hacer una mención especial a los grandes chef españoles que aportan su visión y experiencia en la mejora y optimización de los vinos.

El vino de Jerez posee particularidades que lo distinguen de cualquier otro vino…qué hecho crees que lo hace tan interesante?

El futuro de los vinos de Jerez lo veo cada vez mejor porque la gente joven se está interesando cada vez más en los vinos. Sin lugar a dudas, ese era el gran eslabón perdido de los Vinos de Jerez. Cada vez se están haciendo más catas, conferencias, charlas especialmente orientadas a la gente joven y desde mi punto de vista esto es primordial: Educar y enseñar a las nuevas generaciones. Sobre desarrollo e innovación, buscamos avanzar en estos terrenos a través de las nuevas tecnologías pero sin perder de vista la tradición. Otro aspecto muy importante es seguir dándole el valor que se merece a la viña.  

¿Cuáles son tus primeros recuerdos sobre el vino de Jerez?

Fue gracias a mi abuela. Ella nos inculcaba el vino desde pequeños. Yo comía poco y estaba muy ‘canijilla’, por lo que mi abuela me preparaba el llamado ‘Candié’ –yema de huevo, azúcar, vino dulce y un poquito de casera blanca-. ¡Y me encantaba! Aunque ahora creo que no sería capaz de tomármelo, concluye con una sonrisa.